jueves, 26 de diciembre de 2013

Mi insomnio tiene nombre

Buenas, queridísim@ lector/a.
Sintiéndolo mucho y esperando decepcionarte lo menos posible, tengo que anunciar mi no-muerte.
Os resumiré cómo he estado a nivel literario.
Después de unas cuantas vueltas en mi cama, decidí apuntarme a un taller de escritura literaria.
Hago un breve inciso para explicar que, en aquel momento, me sentía muy muerto como (sí, disculpadme, pero me voy a autodefinir como...) escritor (amateur, en prácticas no remuneradas). En un principio, todo fue bonito, genial y perfecto. Me sentía cómodo escribiendo, y aunque dejase las entregas para última hora, sentía que me ayudaba muchísimo a nivel de escritura.
Sé que no os interesa lo más mínimo, pero si habéis llegado a leer hasta aquí, no podéis fingir que ha sido una equivocación encontrar esto. Quizás sí lo es. Una pasional, divertida y tierna equivocación. De esas que repetirías aunque se acabase el mundo a causa de las mismas.
En fin, me desvío. Como todo, acabó yéndose al traste. Era un amor imposible. Cada dos semanas, dos pequeñas entregas. Eran 10 y conseguí terminar 5 hasta que desistí, me cargué a los personajes, a los escenarios y a las líneas argumentales descritas en el taller hasta ese momento.
Mientras, escribí texto para el blog de una amiga, y está aquí.
Mi último proyecto, además de ir retomando con el tiempo que tenga esto, es privado, o lo será un tiempo.
Al menos en contenido. La idea es usar una libretita del Tiger con bolígrafo incluido para cada vez que viaje en tren o en autobús, escriba algo. La temática es idéntica en todos los escritos.
 Mañana o pasado intentaré escribir algo en este blog, a ver qué sale.
Buenas noches, si alguien lee esto.

2 comentarios:

  1. Ya he comentado en el blog de una amiga pero repetiré que creo que puedes hacerlo mucho mejor.

    ResponderEliminar
  2. Por cierto, me encanta tu tigre. Se te parece

    ResponderEliminar